miércoles, 29 de septiembre de 2010

Farewell, Romina Yan



Buenas noches Kiddos. Cómo han estado? Desde un farewell, no tan farewell, como yo esperaba, regreso tan sólo para escribir una triste noticia. Triste no sólo para mí, sino para la Argentina entera. Para todos aquellos que crecimos viendo Telefé todas las tardes, siguiéndole el ritmo a los traviesos de Cebollitas y los melodiosos y melodiosas de Chiquititas. Cantando y hasta bailando como si de verdad estuviéramos con Belén y fuéramos un huerfanito más que encuentra alegría, consuelo y mucho amor en ella.



Hoy estoy de luto. De la clase de luto que a nadie le gusta. El luto que acompaña la tristeza de perder a alguien. Un "farewell" por siempre, eterno. El asombro porque aún no lo puedo creer. Se va una vida que no se debió apagar jamás. Al menos no ahora. Too rush, too soon. Not fair at all U_U


Hoy me acabo de enterar, y es que últimamente estoy mucho más desconectada del mundo, que, el día de ayer, martes 28 de setiembre, Romina Yan falleció de un ataque cardíaco. Se desmalló en el gimnasio y para cuando la llevaron al hospital, ya era demasiado tarde. 50 minutos de esfuerzo para resucitarla no fueron suficiente. Romina ya se había ido. No la podían regresar. A sus cortos 36 años, deja 3 hijos y un legado de niños que ahora ya crecimos pero la seguimos adorando y seguimos recordando con nostalgia Chiquititas, aunque ahora, con llanto.


Les juro que no lo puedo creer. Romina se fue y yo la quería. No quiero ni imaginar el dolor que está sintiendo su familia. Su madre y padre, Cris Morena y Gustavo Yankelevich, su esposo, sus tres hijos, y nosotros, sus niños también. Porque ahora de verdad estamos huérfanos. Ahora de verdad, nos quedamos sin Belén. Toda Argentina se quedó huérfana. Mil condolencias no serán suficientes para reparar esta pérdida. Este dolor devastador .


Estoy triste. De verdad lloro. Donde quiera que estés Romina, todos sabemos que regresarás como un ángel, para ser la Belén eterna que cuide de todos nosotros, huerfanitos que nunca te olvidaremos, y te contemplaremos en nuestro corazón como si nunca te hubieras ido. La muerte nunca es justa. Pero nada podemos hacer al respecto. Los miles que lloramos por tí hoy te mantendremos viva para siempre.


Descansa en paz, Romina.


Nuestra querida Belén.


Te amaremos y recordaremos, ahora y siempre.

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