sábado, 8 de mayo de 2010

Mujeres: Fortaleza y empeño. Coraje y valentía.


Mujeres... supuestamente el sexo débil. La especie subyugada por décadas desde la existencia del hombre. Pero, somos menos que los hombres por no ser tan fuertes? Fuertes, físicamente? Alguna vez han pensado cuánto trabaja un ama de casa? La fuerza que debe tener para lavar y encerar, el ingenio para cocinar con mucho o poco, y la inteligencia para siempre mantener unido un hogar? Han pensado en eso? Yo sí. Porque lo he vivido. Y no con mi madre, sino conmigo misma. 


Desde que asumí, por voluntad propia, dejar en standby mis estudios , dos carreras universitarias, para dedicarme las 24 horas del día a cuidar a mi mommy, no sólo me comprometí a eso. Lamentablemente, eso me llevó a convertirme en la persona que no sólo cuida a su madre sino también ve por la casa. Yo lavo, yo cocino, yo limpio, y la cuido también. Y créanme, es más cansado que estar en una oficina y trabajar 8 a 10 horas al día. 


Aquí nadie está despretigiando el trabajo del hombre. Por el contrario, el trabajo cualquiera que sea, es gratificante y fundamental para sustentar una familia. Pero la mujer siempre ha sido relegada a las tareas del hogar, y muy poco se le permitió trabajar con libertad plena como a un hombre. Ahora, en tiempos de liberalismo extremo, la mujer ya trabaja y en pocas palabras, hace lo que le da la gana, como siempre ha hecho el hombre.


Pero esa clase de libertad no me gusta. No la comparto. Estoy deacuerdo en que tanto hombre como mujer deben ser iguales ante la sociedad. Pero hasta que punto seremos iguales, sin que esto implique perder por completo nuestra condición de mujer? Es genial que ya no se nos mire tanto con malos ojos cada vez que solicitamos un empleo. Con la independencia laboral estoy deacuerdo. Pero no con la onda liberal, que a mí parecer, nos denigra, porque para nada, nos enaltece.


Las niñas cada vez más se visten con menos ropa. Hablan las mismas lisuras grotescas que sólo los hombres deberían de decir. Se trasnochan en discos bailando como locas y fumando y tomando a la par del otro. Ya no hay formalidad para conocerse. Ya no hay cortejo respetuoso. Beso en la primera salida y hasta algo más. Qué horror! No soy mojigata pero, esta es la clase de liberación que también les gusta tener?


Somos iguales que los hombres porque también somos fuertes como ellos, y soportamos más agravios y presiones que cualquiera. Nos enfermamos, pero resucitamos porque hay que luchar. A ellos les da una simple grite y sienten que ya llegó el fin del mundo. Les ponen un obstáculo y se quiebran en un minuto. Pero nosostras, madres y futuras madres llenas de coraje, buscamos reponernos en una y seguir adelante. Y nos alejamos de la dependencia económica a la que nos atan los esposos machistas, si es necesario. Es increíble las cosas que las muejeres llegamos a hacer para seguir nuestro camino. Los hombres son unos maricones. Se ponen a llorar, pero nosostras no. 


Nadie creeería que una niña de apariencia frágil y delicada como yo, haría todo lo que una ama de casa hace en su hogar. También hago las compras y mi madre es como mi bebe a la que adoro cuidar. No busco que se me vanaglorie ni se me gratifique por eso. Yo lo hago porque amo a mi mamá. Porque por ella dejo mi vida para sanar la suya. O al menos reconfortarla entre tanto tormento. Su enfermedad la consume. La ha vuelto dependiente. Y prefiero mil veces que dependa de mí que de cualquier mujer extraña que en mi ausencia puede que no la trate bien. Y este sentimiento culposo de dependencia puede hacer que se lo guarde y nunca me entere. Ese es mi mayor temor. Entonces,  que mis manos sean sus manos y mi cuerpo su cuerpo. En la medida que pueda seré su vida si es necesario. Su constante apoyo. Mi madre es una madre que sufrió las penas, las frustaciones típicas que toda mujer ama de casa tiene que soportar cuando el esposo es el único que solventa económicamente a la familia, y cree que eso le da el derecho a decir y hacer lo que le da la gana. Y se enfermó antes de poder salir adelante por sí misma. Y yo presencié los traumas de las típicas familias limeñas. Estamos inmersos en una sociedad machista. Una sociedad que pinta con colores la realidad de nube gris que lo rodea. Eres igual que el hombre... pero al final eres mujer!!!! 


Una mujer no abandona un hogar si alguien se enferma y si ella es la paciente, pues con fiebre y todo sigue trabajando. Sigue lavando, con esa agua fría que no le permite curarse, que hace que la fiebre le regrese una y otra vez. Hay hombres ejemplares, pero no resisten presión que no sea laboral. La mujer saca fuerzas de donde sea para levantarse y luchar. Ahora cuando me enfermo, me demoro en sanar. Un ama de casa no puede descansar y eso no me permite mejorar. Pero me las ingenié para que mi cuerpo débil funcione aunque no tenga gasolina. Mi corazón es un motor que no deja de palpitar al ritmo que necesito, para cumplir con la casa y cumplir con mamá.


Son las personas por las cuales nos desvivimos, las que nos dan fuerza. Las que nos impulsan para no caer en el vacío. Y siempre salimos gloriosas, y para nosotras el fin del mundo llegará el día que Dios quiera y acabe con todos, no sólo con nuestra existencia. 


Fuertes, empeñosas, corajudas y valientes. Ya no hay hombre que estemos dispuestas a tolerar. Pero tampoco debe haber mujer que quiera igualarse por completo al hombre. Somos la especie digna por excelencia. La pura, la casta. Si quieres arruirnar tu decencia e igualarte en cosas toscas y groseras, no te quejes luego si un hombre viene y te falta el respeto. No confundan igualdad con Liberalismo Extremo. Tanto se ha luchado para llegar a este punto que las cosas no pueden irse por la borda por una sociedad moderna que lo permite todo. Que lleva a los seres humanos a denigrarse y no avergonzarse por eso.


Feliz día a todas las madres del mundo. A esas mujeres que no dejan de luchar, de seguir. Aquellas presas de libertad que soportan maltratos, que guardan secretos porque sus hijos tienen derecho a un mundo de mayor felicidad. A todas las mujeres nobles. A mi mamá, la más pura de todas. Mi ángel. Mi vida. Mi razón de vida. No me importa si la vida entera la paso contigo, eres lo que más amo en este mundo. Mi vida es tuya y ojalá pudiera dártela para que no sufras tanto. Pero Dios te ama y te tiene en su Gloria, y seguiremos juntas hasta que él decida llevarte. Pero no pienso en eso. Sólo disfruto de tenerte. De poder abrazarte, besarte y verte sonreír con esa carita tan angelical que tienes. Eres preciosa. Sino, A quién he salido eh? Siempre serás divina, bella, aunque la enfermedad consuma tu cuerpo. Y tus ojitos seguirán brillando para derretirme ante tanta dulzura y decirle a Dios: "Mil gracias! Por ser tú mi madre. Por permitirme estar contigo" Ahora sé que mi destino no giró a un rumbo perdido por las puras. No fue mala suerte. Gracias a eso Dios me permitió estar hoy contigo y así estaré por siempre.


Te amo mommy.
Hoy es mi cumpleaños y tú, viva, eres mi mayor regalo.


Feliz día mujeres luchadoras!
Feliz día! ^^

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