El mundo se rinde ante Magaly Solier.

Despistada, aunque poco le importe, sincera como pocas (guardar las apariencias "de quien no es" no es lo suyo), dulce, inteligente, talentosa, de ojos vivos y curiosos listos para observar y aprender, fuerte como toda mujer peruana y de una hermosura folclórica que sólo nuestra serranía posee. Esa es Magaly Solier. Actriz y cantante peruana, ya conocida mundialmente por su papel protágonico en la aclamada y premiada película "La Teta Asustada" o "The Milk of Sorrow" de la grandiosa directora, también peruana, Claudia Llosa.


Magaly Solier cautiva por esa sinceridad con la que va en este mundo lleno de dimes y diretes. Si sos de la farándula, o te obligan a entrar a ella, prepárate para que la prensa te aclame, si eres buena, pero también llene tu vida con rumores y  cuentos de quinta que ni  tu gran imaginación podría crear. Magaly ya vivió los sinsabores de ser conocida. Pero la fama es lo que menos le importa. El glamour y las dietas son pura huachafada. Come bien y trabaja en tu chacra. Lima y sus sonseras al agua. Es por eso que a todo el mundo le sorprende que una niña que se ha hecho tan famosa sea tan dulce y sincera, tan desligada de tanta tontera limeña. 


Escuchas a Magaly y no hay una gota de farsa en ella. Sólo la voz de la mujer que representa a la mujer peruana por excelencia. Esa que no piensa en dietas ni en figurar, sino en trabajar y salir sola a la vida sin tener que depender de nadie. Una mujer fuerte que le puede sacar la mugre a cualquier hombre que se atreva a faltarle el respeto. Una mujer que lleva en sus venas el dolor de nuestros antepasados. La lucha constante por la independencia. Y hoy en ella se hacen presentes como un triunfo. Una victoria ante la opresión del machismo y la sociedad que dice que le encanta que la mujer empieze a trabajar,  pero a la vez le sigue gustando más eso de ser ama de casa que críe a los hijos y cocine para el esposo.

Cuando veo a Magaly y escucho su disco "Warmi" (mujer en quechua), siento una admiración y envidia sana por una mujer-niña que sabe cómo recibir la vida y la aprovecha al máximo sin ninguna gota de malicia. Quizás por ello la gloria del triunfo no la deja. Antes de "La Teta Asustada", ya había protagonizado la película "Madeinusa" también dirigida por Claudia LLosa. Su disco Warmi se mantuvo por varias semanas en el primer lugar de la lista de ventas y sus pocas presentaciones en vivo fueron un lujo para nuestros oídos acostumbrados a tanto americanismo y maltrato latino como el reggetón, pero que gracias a Magaly hace resurgir nuestra música de la sierra en su propio idioma, el quechua. Y es que Magaly habla y canta en quechua. Su abuelita le enseñó quechua cuando era niña y hasta cantó en quechua en el Festival de Berlín, cuando junto con Claudia Llosa, recibieron el premio a mejor película del festival por "La Teta Asustada".

Muchas huecas y huecos, igualadas y resentidos, deben estar muriéndose de envidia porque Magaly a conseguido en tan poco tiempo, lo que algunos desean durante toda su vida y nunca lo logran. En Marzo se nos va a la entrega de los Óscar, y quien sabe, tal vez la veamos en el escenario junto con Claudia recibiendo el premio como mejor película extranjera por "The Milk of Sorrow" (La Teta Asustada). Pero nada se consigue gratis. Magaly ha trabajado mucho y lo sigue haciendo para cada uno de los personajes que debe interpretar. Pero yo creo que el secreto de esta niña preciosa no es sólo su talento sino sus pocas o nulas ganas de resaltar. Ella trabaja en lo que le gusta y punto. Si sale o no en un periódico o si le piden o no un autógrafo en la calle la tiene sin cuidado. En vez de ir a fiestas y gastar su sueldo de actriz en viajes y tonteras, nada mejor que trabajar en su chacra en Huanta para descansar y alejarse de Lima La Horrible. Su familia, su chacra, el trabajo y su felicidad es lo primero. Que Lima y el mundo entero con sus huchafadas y rumores se vaya al suelo. Se entierren en el olvido. Sí señores, Magaly demuestra que se puede vivir siendo actriz talentosa y re famosa, sin depender de ustedes. Sí señores, CHUSMA CHUSMA PUM!