lunes, 12 de septiembre de 2011

Smile.



Smile! Cheese!
Do you see that girl?
She looks so happy right?
Pareciera que su vida fuera perfecta.
Que esa sonrisa fuera permanente.
Se le ve tan social, tal dulce y jovial.
Tan bonita.
La veo y me imagino que es muy feliz.
Que tiene muchos amigos.
Que tiene una familia perfecta,
con un hermoso perro incluído.
Está tan llena de alegría,
que tan sólo verla puede contagiarte.
Tiene un pelo tan bonito.
Dios que linda sonrisa!
Qué felicidad!
Por un momento quisieras ser como ella.
Quisieras esa sonrisa tan auténtica y espontánea.
Quisieras esa belleza y esa dulzura.
Quisieras la vida maravillosa que imaginas de ella.

Ahora, presta atención:
Esa niña soy yo.
Y esa fhoto me la tomé dos semanas después
de que mi mommy falleció.
Aún ,y hasta ahora, con el alma destrozada,
el corazón como un jardín seco,
lleno de flores marchitas y tierra muerta.
Con la mente tan irreparablemente dañana.
Con la ganas desesperadas de no existir.
Esa dulzura, esa alegría, no existen.
Happy Land es una falsa.
Tengo pocos amigos y casi nunca están ahí.
Nunca tuve una familia perfecta y,
menos un perro precioso.
No soy feliz, para nada.
Prefiero estar muerta que viva,
porque odio mi existencia vacía.
Aún mis fantasmas no dejan de atormentarme.
Aún estoy en peligro de perderme.
De que la total insanidad venga como la muerte,
que tiene un cuerpo vivo y un alma adentro, muerta.
Perdida, sin esencia. Sin razón.

Es increíble como una simple fotografía puede hacerte ver cosas tan distintas a la realidad. Cómo al verla puedes crear a partir de ella un mundo perfecto que no existe e incluso anhelar esa sonrisa que te parece espontánea y dulce, pero oculta llantos y dolor, mucho dolor.

Nada es lo que parece Kiddos Bakas.
Ese segundo fue sólo eso, un segundo nada más.


What you see is not what you get.


Pero al menos, en ese segundo, ella (yo) sonrió.

1 comentario:

  1. Sé que algún día esa foto podrá ser un filme.
    Sé que algún día ese filme podrá ser la realidad. Sobre todas las cosas, sé que eres más fuerte de lo que tú misma crees. Camilo.

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