y luego de recibir los maltratos de mi padre,
que obviamente no entiende lo que para mí es, haber perdido a my mommy.
Me derrumbaste. Hoy volví al infierno de mis locuras cuando mi mente perdía la sanidad.
Te odio.
DYING
Lágrimas... Primero gotas, luego un río imparable.
Mar negro, de oscuridad y mutilación.
Nada se detiene, por más que quiero.
Y siento que tal vez merezca más dolor.
Sangre roja, viva, aún caliente.
Corriendo por mis venas, se bifurca por un corte.
No se siente dolor, para quien siempre sufre.
Gotea, gotea más por favor! Vacía el cáliz de mi dolor.
Ojos rojos, ardientes.
Cuerpo satisfecho por su autosacrilegio.
Y las lágrimas, como una sequía,
dejan de llover.
No conoce la felicidad, una verdadera sonrisa.
Mar negro, de una pérdida que no puedo superar.
Mar rojo, porque quién sufre sólo merece más dolor.
Mar gris, sucio por un alma que no encuentra paz.
Oraciones, que nunca son escuchadas.
Piedad, misericordia, todas me ignoran.
Corazón, muerto como un jardín seco.
¿Porqué no vienes y me llevas?
Soy un alma sin vida en esta sociedad.
Muerte, no te burles de mí ahora.
Seis veces me has salvado y me has arrancado de tu lista.
Ahora no hay razones para retenerme.
No gozes de mi agonía.
De ser la pieza perfecta para la crueldad de mi padre.
O me iré por mi cuenta, y estoy segura,
que ambos mundos... ninguno me querrá.
Sombras y tinieblas. Lugares desconocidos.
El Mar rojo o las pastillas me harán dormir.
¿Adónde voy a ir a soñar?
O, ¿Adónde, con arrastres me van a llevar?
Río insaciable, llantos de agonía.
Cada vez te siento más cerca.
No quisiera irme así, pero no me dejan opción.
Una noche, las lágrimas desbordarán el río.
Y el Mar rojo, se desbordará también.
Y el Mundo negro, estará allí esperándome.
¿Dónde estás que no vienes a salvarme?
Esa es la prueba, estoy sola.
Hoy pobré más dolor, como en los viejos tiempos.
Se siente bien. El olor, el color... el mismo.
Presión, agresión psicológica de mi padre.
¿Quieres llevarme al Larco Herrera?
¿Quieres que ahí me dopen y me violen?
Maldito bastardo! Cómo te odio.
Hoy lograste que una mente dañada,
pierda aún más el control.
Hoy dejé las huellas de mi tormento.
Con tinta roja, viva.
El primer paso al otro infierno.
Lo veo, lo siento.
No hay más caminos.
Pronto mi nombre estará inscrito.
Pronto, muy pronto, seré la 46.